domingo, 9 de marzo de 2008

UN MINUTO DE SILENCIO


Un minuto de silencio por la muerte de Raúl Reyes, eso fue lo que se le ocurrió al REY TUERTO en su último maratón dominical, un minuto de silencio por un hombre que tenía como profesión el terror, la muerte, la extorsión, el secuestro. Un hombre que sus méritos eran tan sólo hacer sentir vulnerables a sus propios compatriotas a través de sus crímenes. Fue por este personaje que Chávez y su séquito pidieron un minuto de silencio. Un tributo que sólo debe ser otorgado a las personas de buena voluntad.

Este año han habido varias tragedias en suelo venezolano: la caída de la avioneta que se dirigía a Los Roques, el avión de Santa Bárbara en Mérida, y por ninguno de ellos se pidió un minuto de silencio; tampoco se le rinden estos honores a las miles de personas que mueren cada año por la inseguridad, ni a los que fallecen por no encontrar un hospital a tiempo, ni a los niños de la calle que mueren sin que nadie se de cuenta, por todos ellos se debería mantener, no uno sino varios días de silencio por que son tantos en nueve años, que para honrarlos deberíamos quedarnos mudos lo que nos queda de vida.

Es increíble que esto haya sido así, es como vivir en un mundo bizarro. El gobierno de nuestro país es, hoy por hoy, un gobierno de antivalores, un gobierno que se rinde a los pies de los delincuentes, y que honra la maldad por sobre todas las cosas.

Es ahora más que nunca que uno comprende la actitud de EL REY TUERTO, es ahora que se puede comprender la actitud de confrontación, terrorista y guerrerista de un gobierno que se dedica permanentemente a la destrucción sistematizada del país para beneficio de las aves de rapiña que se mantienen en el poder.

Este es un minuto de silencio que grita, es un homenaje que habla de la ilegitimidad de un gobierno que cada día nos humilla más como nación, que enloda cada día nuestro gentilicio.

No es la espada de Bolívar lo que camina por América Latina, es podredumbre lo que hoy llena de oscuridad los pueblos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Argentina. Los pueblos latinoamericanos no podemos darnos el lujo de permitir que la corrupción, la guerra, el terror y la sangre inunden nuestras calles en nombre de nosotros, es hora de despertar y salir a reclamar por una representación que nos dignifique como países.

Es hora de decir no más, es hora de decir basta por que son nuestros países los que están heridos de muerte, es nuestra historia, la herencia de los libertadores, la lucha de nuestros ancestros la que está en peligro de perderse y, su muerte, será un gran peso en todos nuestros corazones, por que fuimos nosotros los responsables de poner a esta gente en el poder; ahora es responsabilidad ponerle frenos a un tren que se dirige, sin ellos, con destino al abismo.

Si estos antivalores y el desgobierno terminan por tomar todo lo que se encuentra a su paso como lo ha venido haciendo, será por nuestras patrias por los que habrá que rendir un minuto de silencio y quizá ya no haya ni siquiera quien le rinda este homenaje.

Por último tomo esta frase del artículo de hoy de la profesora Marta Colomina.

“COMO GRITA ESE MINUTO DE SILENCIO”

3 Comments:

  1. Alexis José Marrero Castillo said...
    Hola amigo te escribo para informarte que a partir de mañana podre de nuevo el link , en mi nuevo blog , ya que el anterior me fue eliminado por algunos saboteadores,
    mi nueva dirección es http://alexismarrero.blogspot.com/ te agradezco corrijas el enlace que tienes que era el viejo , el titulo del blog es el mismo
    ANDRES said...
    Oswaldo Guillén // Un minuto

    Qué cantidad de venezolanos he visto desfilar este año en los juegos de exhibición de Arizona. Afortunadamente tengo a Carlos Subero conmigo, y él parece una enciclopedia del béisbol venezolano. Hace un par de días me sorprendió el talento de un joven campocorto de Texas, y más sorprendido quedé cuando Subero me dijo que era venezolano. Se llama Elvis Andruw y con toda seguridad será otro compatriota que pondrá muy en alto el talento y la calidad de los jugadores de nuestro país. Así como él he visto a muchos otros, tantos que no me atrevo a mencionar otro nombre por miedo a dejar alguno afuera. Hace apenas unos años era un acontecimiento cuando te encontrabas a un compatriota en estos partidos.

    Y les juro que preferiría escribir de béisbol, de los dos partidos que ha jugado Oney con Medias Blancas, de los criollos que he visto y saludado, de los dueños de Tiburones y otras personalidades que ya comienzan a verse por aquí en Arizona, pero qué va. La indignación me lo impide.

    Y no encuentro otra palabra para describir lo que sentí al escuchar al Presidente de Venezuela pidiendo guardar un minuto de silencio por un tipo que mataron en Ecuador, y que ni sé quién es ni me interesa. Es probable que la mayoría de los venezolanos no supiera quién era ese señor antes de que lo mataran. Ahora lo saben porque el presidente Chávez lo ha convertido en un mártir de la revolución colombiana, mientras otros lo califican de terrorista y narcotraficante.

    Repito: no sé quién es ni me interesa. En cambio, sí me interesan los cientos de venezolanos que mueren todos los días en las calles venezolanas a manos del hampa, o de conductores irresponsables, incluso los que recientemente han fallecido en accidentes de aviación muy lamentables, como el caso del vuelo 518 de Santa Bárbara o la nave que desapareció saliendo de los Roques, causando decenas de muertos.
    ¿Acaso ellos no merecen un minuto de silencio también?
    ¿Son ellos menos valiosos que el señor que mataron en Ecuador?
    ¿No merecen ellos un reconocimiento por ser venezolanos trabajadores, honestos, padres y madres de familia?

    Sé que algunos pensarán que es muy fácil criticar cosas que pasan en Venezuela estando a 10 horas de vuelo del país, como yo ahora. Pero les juro que hasta aquí, en el medio del desierto donde el viento se devuelve y el diablo perdió la cola, hasta aquí me llego la indignación por ese minuto de silencio que a lo mejor pasa a la historia como uno de los actos más vergonzosos ocurridos en el país.

    esto lo escribe oswaldo guillen en su columna de esta semana
    Anónimo said...
    Tengo uma foto mui interesante de Chavez, que estava en la primera pagina de um periodico aqui de Brasil, mandame una direccion de email para mandartela foto.
    escrivime
    Cmarcondes@hotmail.com

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