domingo, 16 de marzo de 2008
Forjador de Libertades, ese es el lema de nuestro ejército, un lema que le fue otorgado por su papel de herederos del legado de los Libertadores. Pero hoy por hoy, es justo preguntarse si estos soldados le hacen honor a la frase que es su estandarte, y si de verdad son dignos herederos de la sangre derramada por aquellos soldados que con valentía dieron todo por la libertad de nuestra nación y de las naciones hermanas a las cuales ayudaron a independizar.
Para poder sacar conclusiones en este aspecto, hay que revisar la historia de Venezuela y ver como el ejército ha sido la cuna de los caudillos del siglo XIX que gobernaron el país. Además con la excusa de ser herederos de los libertadores.
Ha sido tanta la fijación de los militares de nuestro país con el poder, que más de la mitad de los presidentes republicanos que ha tenido este país, han salido de las filas castrenses, que en su mayoría, han sido gobiernos autoritarios.
La presencia de civiles en la presidencia de
Analizando esto, ya podemos empezar a dar un esbozo de lo poco asociada que está la palabra “LIBERTAD” para aquellos uniformados que han llegado al poder.
Pero en un país de casi 25 millones de habitantes sería injusto dejar hasta acá un análisis que trata de dilucidar si estos seres se rigen bajo el valor del cual estamos comentando. Para esto nos dedicaremos a ver la situación del estamento militar en la actualidad.
Es deber otorgado por la constitución, que
Hoy tenemos una fuerza armada que corea “Patria, Socialismo o Muerte”, un grito que desde ningún ángulo puede ser desvinculado a la tendencia política del partido oficialista PSUV; por otro lado el alto mando militar continuamente da declaraciones a favor del mandatario de turno y no son palabras atribuibles a situaciones institucionales, sino que reflejan una clara inclinación hacia el partido de gobierno. Lo peor de todo, es el incumplimiento por parte de estos personajes del mandato constitucional de defensa de la ley; hemos visto como se prestan para atacar manifestaciones en contra del régimen, como además permiten, delante de sus ojos, agresiones por parte de los facinerosos que atacan a las personas que demuestran su descontento con el gobierno, además siguen órdenes de guerra y conflicto armado contra Colombia, que es un país que no nos ha agredido y que además la guerra le costaría gran cantidad de sangre, a un país que la rechaza en más de un ochenta por ciento.
Son nuestras fuerzas armadas las que permiten la transgresión de nuestro territorio por parte de las guerrillas colombianas, a quienes en vez de enfrentar les prestan apoyo, y le dan paso franco a través de las fronteras.
Es después de este análisis que podemos concluir, en líneas generales, que la mayoría de los militares se han convertido en seres serviles, en peones de un capataz que tiene como pensamiento la guerra, y que la libertad no entra en su repertorio
Que el estamento castrense está lejos de seguir los valores de aquellos que pelearon por darnos un lugar en el mundo como nación independiente, libre y soberana. En conclusión pensamos que los valientes libertadores, deben revolcarse de asco cuando se menciona su nombre y su herencia para darle un valor a una fuerza que hoy tiene la cobardía como estandarte.
Que