domingo, 18 de mayo de 2008
Se que este artículo podrá pecar de polémico porque va en contra de toda una cultura educativa que tiene más de un siglo de data.
Simón Bolívar es un personaje que en nuestra historia ha pasado de ser estudiado, a convertirse en lo que Manuel Caballero llama la “Religión del Bolivarianismo”, que lleva a Bolívar a un espacio donde es idolatrado como un semidiós, un icono a través del cual el populismo y los gobiernos autócratas han hechado mano para llevar a cabo todo tipo de fechorías.
Como es sabido, Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Benito Mussolini y actualmente Hugo Chávez, han hecho comparaciones a su medida sobre el ideario Bolivariano y sus respectivos movimientos. Algunos han llegado hasta el colmo de creerse algo así como la reencarnación del “Libertador”.
Mitificar a Bolívar como se ha hecho, es dejar de lado a otros hombres y mujeres que fueron tan importantes como él para la libertad de
Bolívar tuvo acceso a una educación privilegiada, que lo ubicaba por encima de todos ellos, lo que no le quita la capacidad de desarrollar un ideario para su Patria partiendo de esa educación, y que puede explicar la preponderancia en la historia por encima de los anteriores.
Por otro lado, poner a Bolívar a la altura de los Montes del Olimpo, nos hace olvidar como ciudadanos, que somos sus iguales y por ende nos negamos la posibilidad de actuar con la mayor gloria de los libertadores, la cual fue comprender que había que involucrarse en cualquier proyecto de transformación de
La diferencia entre población y ciudadanía, es para mí que el ciudadano entienda que es parte del proceso de cambio, que asuma la soberanía del pueblo como PUEBLO y que además es garantía de buen gobierno cuando el individuo hace valer sus derechos y cumple con sus deberes, no dejando en manos de grupúsculos los destinos del País.
Es increíble cuando estudiamos
Es interesante cómo la historia oficial hace a un lado los errores que convierten a Bolívar en un ser de carne y hueso, situaciones como el fusilamiento de Piar, entregar a Miranda, tratar de convertirse en un dictador, etc.
Lo es también que se le otorguen títulos que quizás bien analizados no sean de Bolívar propiamente dichos, como por ejemplo, que los venezolanos lo llamemos Padre de
Bolívar fue un gran hombre, pero fue hombre antes que todo, su mitificación sólo ha ayudado a los más extremos populistas a aprovecharse de un pueblo en nombre del Libertador. Bajarlo al nivel de los mortales ayudará siempre a que estos populistas no sigan proliferando, además de que no se use al ideario bolivariano para la promoción del nacionalismo, el socialismo y todas esas tendencias de la extrema política.
Bolívar el Semidiós, ha terminado siendo un peso en las espaldas del pueblo que fue liberado por éste.
Por supuesto, hasta la saciedad han sacado de contexto ciertas frases de Bolívar para adecuarlas a los caprichos individuales, como es notorio en el caso de Chavez. Del Discurso de Angostura ha tomado las frases que le son útiles y las que le resultan incómodas e inadecuadas a sus deseos las echa a un lado.
José Antonio Páez es mi prócer favorito después de Bolívar. Seguro que conoces esos chistes sobre Páez...
Saludos
Queda de usted recibir esta nueva muestra.
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Felicitaciones.
Un abrazo
Movimiento argenlibre